viernes, 14 de diciembre de 2018

CONTINUANDO CON LAS ALERGIAS ALIMENTARIAS


a)    Define alergia alimentaria


La alergia alimentaria se define como una reacción adversa provocada por el consumo de un alimento y que tiene en su origen una disfunción del sistema inmunológico.

b)    ¿Cuál es la diferencia entre una alergia, una intoxicación, una infección y una intolerancia?


Las reacciones tóxicas corresponden a las intoxicaciones, mientras que dentro de las reacciones no tóxicas encontramos intolerancias, alergias y aversiones).

La característica principal de las reacciones tóxicas es que pueden ocurrir en cualquier individuo, siempre que ingiera el alimento o el tóxico en cantidad suficiente. El problema radica en “la sustancia” en sí, y es peligrosa para cualquier persona.

Las alergias, son de origen inmunológico (interviene nuestro sistema inmune) y son respuestas exageradas de nuestro organismo como consecuencia al consumo de un alimento. Las alergias alimentarias se producen en personas que ya han consumido previamente ese alimento, este concepto se conoce como sensibilización previa. Una vez sensibilizados, hasta pequeñas cantidades nos pueden producir una alergia alimentaria.

Las intolerancias implican la aparición de manifestaciones clínicas tras la ingestión de un alimento determinado, pero en relación con las características del individuo. De tal forma que esa misma dosis es perfectamente tolerada por cualquier otra persona sin intolerancia.

c)    ¿Cuál es la estadística de la incidencia de las alergias alimentarias y cómo puede influir esto en tu práctica clínica?
 

Un 25% de la población considera que padece algún tipo de alergia alimentaria, pero solo en un pequeño porcentaje de estas reacciones se ha demostrado el origen alérgico, mientras que el resto podría guardar relación con simples intolerancias. La mayoría de las alergias alimentarias se adquieren entre el primer y el segundo año de vida alcanzando un pico máximo del 6-8% a la edad de un año, para posteriormente descender hasta un 1-2% al final de la primera década y mantenerse en cifras similares en la edad adulta.

Debido a que no existe un tratamiento específico para este problema, la única posibilidad de intervención se limita a la eliminación del alérgeno de la dieta.

d)    ¿Cómo puede complicarte tu práctica clínica un paciente alérgico al huevo o la leche?


Alimentos como la leche o el huevo, pueden estar formando parte de multitud de alimentos elaborados, bien sea como ingredientes propiamente dichos o como contaminantes, sin que el etiquetado recoja en muchos casos estas circunstancias

e)    ¿Qué es y cómo se produce el fenómeno de Tolerancia en las células intestinales?
 

Este fenómeno estaría mediado por las células intestinales y otras células dendríticas, que funcionan como presentadoras de antígenos a las células T. Se ha sugerido que las células T situadas en el entorno de la mucosa intestinal favorecen la tolerancia, mientras que las células T de los nódulos linfáticos mesentéricos, estimuladas por los antígenos, se diferencian y emigran a la mucosa donde inducen respuestas inmunológicas locales.

  f)     ¿Cómo influye la flora bacteriana (microbiota) en el fenómeno de tolerancia?


La flora bacteriana saprofita puede modular la respuesta inmunológica, como se
Ha visto en animales criados en medios libres de gérmenes que tienden a presentar errores en el fenómeno de la tolerancia. La flora bacteriana tiende a estabilizarse en las primeras 24 horas de vida y permanece relativamente estable durante toda la vida. Estudios recientes han demostrado el efecto beneficioso del lactobacillus GG en la prevención de la dermatitis atópica, sin que se haya demostrado por el momento su utilidad en la prevención o tratamiento de las alergias alimentarias.

g)    ¿Cuál es la historia natural de las verdaderas alergias alimentarias?


La alergia a las proteínas de la leche de vaca es la que se ha estudiado más a fondo. Es el alérgeno más frecuente en niños, con una prevalencia que oscila entre el 2 y el 5% de la población infantil y entre los factores de riesgo que se pueden contribuir a su aparición figuran la existencia de antecedentes de atopia en la familia y la administración de pequeñas cantidades de proteínas de leche de vaca durante la lactancia materna. La edad de aparición en el lactante depende del momento en que se introduzcan las formulas adaptadas y los síntomas más habituales suelen ser los cutáneos, seguidos de los digestivos. En algunas situaciones se pueden producir reacciones anafilácticas severas con la ingesta de cantidades mínimas de leche.

Por norma general este tipo de alteraciones tienen un buen pronóstico y a los tres años de vida se observa que se ha producido la tolerancia en el 80% de los pacientes con alergias mediadas por IgE En el caso de que no se haya producido la tolerancia a esa edad existe una probabilidad elevada de persistencia a lo largo de la vida. Las reacciones que no están mediadas por IgE tienen mejor pronóstico y hay estudios que muestran hasta un 100% de tolerancia en el seguimiento

No hay comentarios.:

Publicar un comentario