a) Define alergia alimentaria
La alergia alimentaria
se define como una reacción adversa provocada por el consumo de un alimento y que
tiene en su origen una disfunción del sistema inmunológico.
b) ¿Cuál es la diferencia entre una
alergia, una intoxicación, una infección y una intolerancia?
Las reacciones tóxicas
corresponden a las intoxicaciones, mientras que dentro de las reacciones no
tóxicas encontramos intolerancias, alergias y aversiones).
La característica principal de las
reacciones tóxicas es que pueden ocurrir en cualquier individuo, siempre que
ingiera el alimento o el tóxico en cantidad suficiente. El problema radica en
“la sustancia” en sí, y es peligrosa para cualquier persona.
Las alergias, son de origen
inmunológico (interviene nuestro sistema inmune) y son respuestas
exageradas de nuestro organismo como consecuencia al consumo de un alimento.
Las alergias alimentarias se producen en personas que ya han consumido
previamente ese alimento, este concepto se conoce como sensibilización previa.
Una vez sensibilizados, hasta pequeñas cantidades nos pueden producir una
alergia alimentaria.
Las intolerancias implican la aparición de manifestaciones
clínicas tras la ingestión de un alimento determinado, pero en relación con las
características del individuo. De tal forma que esa misma dosis es perfectamente tolerada por cualquier otra persona sin
intolerancia.
c) ¿Cuál es la estadística de la
incidencia de las alergias alimentarias y cómo puede influir esto en tu
práctica clínica?
Un 25% de la población considera que padece algún tipo de
alergia alimentaria, pero solo en un pequeño porcentaje de estas reacciones se
ha demostrado el origen alérgico, mientras que el resto podría guardar relación
con simples intolerancias. La mayoría de las alergias alimentarias se adquieren
entre el primer y el segundo año de vida alcanzando un pico máximo del 6-8% a
la edad de un año, para posteriormente descender hasta un 1-2% al final de la
primera década y mantenerse en cifras similares en la edad adulta.
Debido a que no existe un tratamiento específico para este
problema, la única posibilidad de intervención se limita a la eliminación del alérgeno
de la dieta.
d) ¿Cómo puede complicarte tu práctica
clínica un paciente alérgico al huevo o la leche?
Alimentos como la leche o el huevo, pueden estar formando parte
de multitud de alimentos elaborados, bien sea como ingredientes propiamente
dichos o como contaminantes, sin que el etiquetado recoja en muchos casos estas
circunstancias
e) ¿Qué es y cómo se produce el fenómeno
de Tolerancia en las células intestinales?
Este fenómeno estaría mediado por las células intestinales y
otras células dendríticas, que funcionan como presentadoras de antígenos a las células
T. Se ha sugerido que las células T situadas en el entorno de la mucosa
intestinal favorecen la tolerancia, mientras que las células T de los nódulos linfáticos
mesentéricos, estimuladas por los antígenos, se diferencian y emigran a la
mucosa donde inducen respuestas inmunológicas locales.
f) ¿Cómo influye la flora bacteriana
(microbiota) en el fenómeno de tolerancia?
La flora bacteriana saprofita puede modular la respuesta inmunológica,
como se
Ha visto en animales criados en medios libres de gérmenes que
tienden a presentar errores en el fenómeno de la tolerancia. La flora
bacteriana tiende a estabilizarse en las primeras 24 horas de vida y permanece
relativamente estable durante toda la vida. Estudios recientes han demostrado
el efecto beneficioso del lactobacillus GG en la prevención de la
dermatitis atópica, sin que se haya demostrado por el momento su utilidad en la
prevención o tratamiento de las alergias alimentarias.
g) ¿Cuál es la historia natural de las
verdaderas alergias alimentarias?
La alergia a
las proteínas de la leche de vaca es la que se ha estudiado más a fondo. Es el alérgeno
más frecuente en niños, con una prevalencia que oscila entre el 2 y el 5% de la
población infantil y entre los factores de riesgo que se pueden contribuir a su
aparición figuran la existencia de antecedentes de atopia en la familia y la administración
de pequeñas cantidades de proteínas de leche de vaca durante la lactancia materna.
La edad de aparición en el lactante depende del momento en que se introduzcan
las formulas adaptadas y los síntomas más habituales suelen ser los cutáneos,
seguidos de los digestivos. En algunas situaciones se pueden producir
reacciones anafilácticas severas con la ingesta de cantidades mínimas de leche.
Por norma
general este tipo de alteraciones tienen un buen pronóstico y a los tres años
de vida se observa que se ha producido la tolerancia en el 80% de los pacientes
con alergias mediadas por IgE En el caso de que no se haya producido la
tolerancia a esa edad existe una probabilidad elevada de persistencia a lo
largo de la vida. Las reacciones que no están mediadas por IgE tienen mejor pronóstico
y hay estudios que muestran hasta un 100% de tolerancia en el seguimiento
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