viernes, 14 de diciembre de 2018

PRUEBAS QUE SE REALIZAN EN LOS LABORATORIOS PARA DETERMINAR LAS ALERGIAS EN LOS NIÑOS Y EN LOS ADULTOS.



PRUEBAS DIAGNÓSTICAS


A) PRUEBAS CUTÁNEAS

Las pruebas cutáneas tienen excelente aplicación en la identificación de los alérgenos desencadenantes de cuadros asmáticos, rinoconjuntivitis alérgica, dermatitis atópica, urticarias y alergias alimentarias, permitiendo confirmar la hipótesis diagnóstica. Las pruebas permiten hacer el diagnóstico diferencial entre cuadros alérgicos y no alérgicos. También nos permite, al identificar el alérgeno, proponer otros métodos complementarios al diagnóstico de asma, rinitis y conjuntivitis alérgica, como por ejemplo, las pruebas de provocación bronquial, nasal y conjuntival con alérgeno específico, que discutiremos posteriormente.

A.1) PRUEBAS CUTÁNEAS DE LECTURA INMEDIATA


En este grupo de pruebas están consideradas la de tipo puntura (PT) y la intradérmica (ID). Estas consisten en colocar el extracto alergénico en contacto con las células cutáneas, las que reaccionan liberando mediadores inflamatorios locales que promueven la formación de una pápula con eritema, demostrando la presencia de IgE específica para el alérgeno testado. En la prueba cutánea tipo puntura, son aplicados extractos glicerinados en la epidermis, a través de una punción con una lanceta de 1 mm de largo, en superficie plana y depilada del cuerpo, preferentemente antebrazo y espalda. El número de extractos a ser utilizados varía según la historia clínica. Es importante conocer la aerobiología local para poder escoger los extractos a ser testados en casos de alergia respiratoria. Los resultados son obtenidos a los 15 o 30 minutos y la respuesta positiva se manifiesta como una pápula con halo de hiperemia, donde el diámetro de la pápula debe ser >3 mm, según criterios internacionales de positividad pre-establecidos, independientemente del extracto estandarizado utilizado. Siempre es necesario la utilización de dos controles intrínsecos a las pruebas, siendo el control negativo el diluyente de los extractos y el control positivo una solución de histamina de 10 mg/ml. Considerando que pueden ocurrir falsos resultados, la interpretación de los resultados está íntimamente relacionada con la clínica. Se debe evitar el uso de antihistamínicos 72 horas antes de la realización de las pruebas, así como de antidepresivos hasta 7 días antes, pues pueden inducir a resultados falso-negativos.

        A.2) PRUEBAS CUTÁNEAS DE LECTURA TARDIA TIPO PARCHE


Las pruebas cutáneas de lectura tardía tipo parche son métodos importantes para identificar agentes que desencadenan cuadros de dermatitis de contacto alérgica o irritativa fundamentalmente, pero también en casos especiales de urticaria por contacto. Son realizadas en un periodo de tiempo más largo, pues la respuesta alérgica en ese caso es del tipo celular (Linfocitos T) y los resultados se obtienen después de 72 horas del contacto del alérgeno con la piel. Habitualmente son aplicadas en la espalda y el número de extractos a estudiar depende de la historia clínica del paciente. La prueba debe ser aplicada en un área de la piel sin lesiones y con poco vello. En casos especiales, la exposición solar es el desencadenante asociado del cuadro clínico, debiendo el paciente recibir rayos UV en la zona de aplicación de los extractos. Los resultados son referidos según el grado de lesión provocada en la piel, variando del eritema sin vesículas hasta un intenso edema con vesiculación y ulceración en los casos de máxima positividad. Una vez identificado el alérgeno o irritante cutáneo, es necesario evitar un contacto futuro para impedir la aparición de nuevas lesiones.

B) PRUEBAS DE PROVOCACIÓN CON ALÉRGENO ESPECÍFICO


 Las pruebas cutáneas presentan un valor predictivo negativo del 80 al 100%, y predictivo positivo de menos de 50% en los casos de reacción alérgica a medicamentos, haciendo sugerir un diagnóstico que debe ser confirmado con pruebas séricas y pruebas de provocación alérgeno específico.

B.1) PRUEBA DE PROVOCACIÓN ORAL CONTROLADA


Las pruebas de provocación oral controlada (PPO) son consideradas el “Gold standard” del diagnóstico de reacciones alérgicas a alimentos y medicamentos.
Consisten en la administración de dosis crecientes del producto sospechoso por vía oral y observamos si provoca una reacción alérgica similar a la referida en la historia clínica del paciente. Es un procedimiento diagnóstico definitivo considerándose que demuestra la relación entre manifestación clínica y el producto ingerido (9). Siempre se realiza con el producto sospechoso según la historia clínica y pruebas cutáneas y séricas asociadas. Debe ser realizada en pacientes asintomáticos y está contra-indicada en pacientes con historia clínica de reacción alérgica grave, por el riesgo aumentado de anafilaxia. En la duda, en los casos donde las pruebas cutáneas de lectura inmediata son positivas, asociado a pruebas in vitro séricas positivas (discutidas a continuación), deben ser sometidos a la apreciación de un especialista para determinar la necesidad o no de la realización de la prueba de provocación oral controlada, dependiendo del alérgeno a ser probado. Las PPO son generalmente laboriosas, de larga duración y deben ser realizadas por personal entrenado bajo vigilancia médica, en un local con condiciones para atención de emergencia, debido a que no se puede prever la severidad de la reacción alérgica que se va a provocar en el paciente durante la prueba. Una PPO no va a determinar el mecanismo inmune involucrado en la reacción presentada por el paciente, pero sí demuestra un mecanismo de “causa y efecto”.

B.2) OTROS TIPOS DE PROVOCACIÓN


Provocación bronquial (PPB) (10), nasal (PPN) y conjuntival (PPC) con alérgeno específico son también métodos auxiliares en el diagnóstico de enfermedades alérgicas, principalmente en casos de asma y rinoconjuntivitis alérgica. En estas pruebas se busca desencadenar la reacción alérgica en el supuesto órgano blanco, utilizándose el alérgeno principal sospechoso. Considerando que son métodos de mayor riesgo en su realización, habitualmente son utilizados en centros académicos dotados de recursos específicos.


C) PRUEBAS SERICAS


C.1) CUANTIFICACIÓN DE INMUNOGLOBULINA “E” TOTAL


La cuantificación de IgE total se hace en suero, utilizándose diferentes métodos, enzimáticos o radioactivos. Los individuos de países del Tercer Mundo generalmente están expuestos a los parásitos intestinales (helmintos) que pueden ser estímulos para potenciar la producción policlonal de IgE contra antígenos parasitarios. Aunque la especificidad de estos anticuerpos IgE policlonales no esté determinada, hay evidencias de que no están dirigidos a alérgenos inhalantes. La disponibilidad de pruebas in vitro cuantitativos para IgE total y específica asociada a pruebas para la detección de los principales alérgenos inhalantes ambientales permite determinar la asociación entre exposición y sensibilización.

C.2) CUANTIFICACION DE INMUNOGLOBULINA E ESPECÍFICA


 La técnica de determinación de IgE específica fue desarrollada por Wide en 1967, y sigue siendo utilizada como complemento diagnóstico en enfermedades alérgicas mediadas por IgE. La especificidad y sensibilidad varia según el alérgeno evaluado. En algunos casos es útil para determinar el momento adecuado para la reintroducción del alérgeno, después de su exclusión, en los casos de alergia alimentaria. Una prueba sérica negativa no descarta la sensibilización frente a un alérgeno y para dar el diagnóstico final debe ser considerada la historia clínica y pruebas cutáneas específicas asociadas. Existen varios métodos de determinación de IgE específica en suero, como el ELISA (enzyme-linked immunosorbent assay), FAST (fluorescent-allergosorbent test), MAST (múltiple chemiluminescent-allergosorbent test), RAST (radioallergosorbent test). Todos ellos utilizan del principio del “allergosorbent”, o sea, alérgeno ligado a un soporte sólido. Si el suero del paciente contiene IgE inmunológicamente específica al alérgeno ligado al soporte sólido, ésta se liga al mismo. Lo que varía en esos sistemas es la forma de reacción que permite revelar el resultado, siendo por ejemplo el ELISA un método enzimático colorimétrico y el RAST un método radioactivo (12). En estudios que realizamos previamente, demostramos que el método de ELISA reverso (rELISA) que utiliza anticuerpo monoclonal alérgeno-específico para medir IgE específica en suero, es más sensible que el ELISA convencional (70.8%) y comparable al RAST. Además tiene la ventaja de no utilizar material radioactivo, tornando su realización de menor riesgo y costo (13). Aunque más específicos, esos métodos diagnósticos son menos sensibles cuando son comparados con las pruebas cutáneas, y están indicados precisamente en pacientes con historia de reacción anafiláctica, donde está contra-indicada la realización de la prueba cutánea.

D) OTROS PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS


 Varios otros procedimientos de laboratorio pueden ser utilizados como métodos alternativos de diagnóstico de enfermedades alérgicas, pero son menos específicos o de difícil realización, no presentando relevante aplicación clínica algunos de ellos. En algunos países la cuantificación de óxido nítrico en el gas inhalado ya es una realidad, usada en el control de pacientes asmáticos y riníticos. Todavía es una prueba de alto costo operativo, no siendo utilizada de forma rutinaria en países en desarrollo.


Referencias
Scielo.org.pe. (2018). Pruebas diagnósticas en alergia y su utilidad clìnica. [online] Available at: http://www.scielo.org.pe/pdf/rmh/v15n2/v15n2ce1.pdf [Accessed 14 Dec. 2018].


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